El concepto urgente se encuentra ampliamente asentado en el tejido empresarial como aspecto ligado a la calidad del servicio. Lo está en las relaciones profesionales que en su seno se desdoblan, además de una asunción irrevocable por comprender y atender necesidades manifestadas por un importante segmento de clientes y consumidores. O eso parece. Cada vez mayor en tipologías, a su vez, más amplias de necesidades cotidianas. El cual parece estar creciendo, mutando sus exigencias y ampliándose en el ámbito comercial en toda su dimensión. No surge para solucionar una parvedad del momento, sino que requiere solventar una situación apta para poder satisfacer necesidades humanas en relación con un bien o servicio. Si son satisfechos, es probable que hayan conseguido a uno o varios sujetos ser más productivos, eficientes y lucrativos en sus quehaceres profesionales o personales. Ser rápido se alaba y agradece, por tanto añade valor, y en consecuencia alguien está dispuesto a pagarlo. Por ende, cualquier empresa estaría dispuesta a crear su océano azul.

¿Qué significa urgencia en las relaciones comerciales de compra-venta de productos y prestaciones de servicios? La urgencia, del latín urgentia, hace referencia a la cualidad de urgente, por tanto, a un cliente, usuario o consumidor en una relación comercial le pueden surgir situaciones que le lleven a:

  1. Pedir o exigir algo con apremio. La racionalización de la prisa con un enfoque utilitarista y comercial.
  2. Empujar a alguien: vendedor, proveedor, abastecedor o suministrador, a que realiza una rápida actuación, y haga llegar las mercancías, que fueran, en el menor tiempo posible.
  3. Precisar de una pronta ejecución, porque de lo contrario no tendría remedio la necesidad planteada por el cliente, usuario o consumidor.

Pues bien, dichas situaciones de apremio, en las que urge tener una mercancía ya, parece que están empujando a empresas de todo tipo a aumentar su capacidad de respuesta ante una evolución del concepto urgente. El paradigma mercadotécnico es el siguiente: “cuanto antes se entregue, antes se vuelve a consumir…”

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Durante la segunda revolución industrial empezó a impregnarse este concepto en el sector del transporte en favor del intercambio mercantil. No es algo nuevo, sino que sigue transformándose debido al crecimiento imparable del e-commerce y las amplias posiblidades de las NTIC’s. Conectan mercados y sistemas productivos en tan solo unos minutos y a golpe de gestos táctiles básicos. Hay que recordar que nos encontramos en plena aplicación de la hoja de ruta de la Agenda Digital de la UE, la cual incorpora planes y actuaciones hasta el año 2020 para el desarrollo de una economía sustentada en una sociedad cuyos mecanismos de conexión e interacción entre administraciones públicas, empresas y ciudadanos sean digitales.

¿Por qué?, porque el transporte, como nexo principal entre el tejido empresarial y el mercado de consumidores, debía marcar su camino, de veloz travesía. El desarrollo tecnológico ha ido propiciando la innovación de servicios cada vez más rápidos y flexibles desde entonces. Su propiedad diferencial siempre ha sido para quien detallaba una fecha y hora de entrega del envío en un lead time inferior al máximo conocido en el sector. Y lo cierto es que parece que existen empresas (B2B – bussiness to bussines) y particulares (B2C – bussiness to customer) dispuestos a demandar en el futuro todo tipo de bienes y servicios cuya propiedad básica sea la súper urgencia.

Los servicios de distribución y reparto en términos comerciales de súper urgencia, no serán, en un futuro próximo, aquellos conocidos hasta el momento de carácter urgente pero que más bien resolvían incidencias, olvidos, descuidos, malas planificaciones, errores, dejadeces, apatías o abusos. _Compréndalo, por favor, ¡es que es urgente!_. No rechazados arbitrariamente por la dictadura ensanchada de que el cliente siempre tiene la razón. Lo súper urgente, incrementará el nivel de servicio de no pocos modelos de negocio, independientemente de su bien o propuesta de pretación. Existirán clientes que a su vez comercialicen bienes y productos bajo dicha condición. Un avance más en el ajuste de determinados tipos de stocks. En definitiva, un trabajo acabado, es un trabajo cobrado.

No consigo aún percibir qué tipo de necesidades son las que están a punto de emerger para ser atendidas: alimentación, electrónica, restauración, hostelería, organización de eventos, atenciones sociosanitarias… ¿Cómo las clasificaremos? Que algunos (‘unos muchos’) no las pensemos o tengamos no quiere decir que no se estén gestando entre el resto de recientes a propósito de sus actividades económicas y profesionales, y cómo no, individuales. Habrá que andar con cien ojos y agudizar el oído, no vaya a ser que determinados modelos de negocio consigan destacarse de la mano de la súper urgencia.

Ahí se han puesto sobre el tapete los servicios Premium Now o Same-day de empresas como Amazon, Glovo, Just Eat, a la que acechan operadores como Seur o Instapack. Reinventando servicios tradicionales de distribución, reparto o con recadero. Elevando la categoría del servicio inmediato en zonas urbanas cuyo ritmo de vida se incrementa década a década. Un indicador utilizado por la Rarología (ciencia que estudia las rarezas de la vida cotidiana desde un punto de vista psicosocial) es el tiempo medio utilizado para caminar 18 metros. La capital de Madrid (España) arroja unos guarismos de 10,89 segundos, solo superada por las ciudades de Copenhaque (Dinamarca) con 10,82 segundos y Singapur (Singapur) con 10,55 segundos. La propensión a diferir y diversificar productos de consumo rápido hacia clientes, usuarios y consumidores con un ritmo de vida similar o una actividad comercial de mucha rotación, va a provocar la aparición de soluciones entre la industria y los puntos de consumo que digitalicen todos los procesos y operaciones logísticos, para la consecución de cadenas de suministros vertiginosas en sus planteamientos de distribución y venta.

Por cierto, aprovecho para mostrar el recelo que me sobreviene sobre si jurídicamente la estructuración y organización de estos servicios ligados a la súper urgencia, puedan llegar funcionar al margen de los preceptos capitales del código mercantil, los regímenes de la Seguridad Social y las cotizaciones, las condiciones generales de contratación del transporte por carretera y las autorizaciones administrativas de acceso a cada actividad económica o profesional.